Vastago para llave de ducha

Un vástago para llave de ducha es un componente interno crucial que se encuentra dentro de la manija de la grifería de la ducha. Es el responsable de controlar el flujo y la temperatura del agua. En esencia, es el "cerebro" de la llave, ya que un vástago dañado o desgastado puede causar fugas, goteos o dificultades para regular el agua.

Usos y función

La función principal del vástago es regular el paso del agua. Cuando giras la manija de la ducha, el vástago se mueve hacia adelante o hacia atrás. Este movimiento abre o cierra los orificios internos, permitiendo que el agua pase a través de la tubería.

Existen varios tipos de vástagos, y cada uno cumple una función específica:

1. Vástagos de compresión: Los más antiguos y comunes. Utilizan una arandela de goma en la punta que se presiona contra un asiento de metal para detener el flujo de agua. Son propensos a gotear cuando la arandela se desgasta.

2. Vástagos de cartucho: Más modernos. Contienen una serie de orificios y sellos internos que giran para controlar el flujo de agua y mezclar el agua fría y caliente. Son más duraderos y menos propensos a las fugas.

3. Vástagos de bola: Se encuentran en grifos de una sola manija. Una bola hueca con puertos internos gira para mezclar el agua y controlar el caudal.

Características clave

• Material: Generalmente están hechos de latón o acero inoxidable para resistir la corrosión y el desgaste por la exposición constante al agua.

• Compatibilidad: Un vástago es un repuesto específico. Es crucial conocer la marca, el modelo y el año de la llave de ducha para encontrar el reemplazo exacto, ya que un vástago de una marca no será compatible con otra.

• Medidas: Los vástagos vienen en diferentes longitudes, diámetros y ranuras. Es importante verificar las medidas del vástago viejo para asegurar que el nuevo encaje perfectamente.

Fallas comunes

Un vástago defectuoso es la causa más común de problemas en las llaves de ducha. Los signos de que un vástago necesita ser reemplazado incluyen:

• Goteo constante: Una fuga incesante de la ducha, incluso cuando la llave está cerrada, es un signo de que la arandela o el sello del vástago están desgastados.

• Dificultad para girar la manija: Si la manija se siente dura o difícil de girar, el vástago podría estar dañado o corroído.

• El agua no se cierra por completo: Esto indica un problema con los sellos internos del vástago, que no están deteniendo el flujo de agua.

• Cambios bruscos de temperatura: En los vástagos de cartucho, si la temperatura del agua cambia bruscamente, podría ser una señal de que los sellos internos están fallando.